VPO EN PALMA DE MALLORCA

Concurso para la realización de viviendas de VPO promovido por IBAVI.

2019

La sostenibilidad y la resiliencia del edificio han sido las claves en el proceso de diseño del proyecto. Así se acoge como lait motiv al botijo, un elemento ligado a la cultura de la zona y a la sabiduría popular.

La cualidad porosa de la cerámica que forma el botijo, mediante capilaridad, provoca que el agua consiga formar parte de su elemento contingente. Cuando el agua entra en contacto con la cara exterior(caliente) del botijo, y al encontrarse tan disgregada en las microcavidades de la cerámica, tiende a evaporarse. Esto ocurre a pesar de que la temperatura no sea la suficiente para el cambio de estado, de ahí que el agua necesite más energía (calor) que, en este caso, la absorbe del agua almacenada en el interior del botijo manteniéndola fresca.

Utilizando este conocimiento como punto de partida, se ha situado un “botijo” en la entrada de cada vivienda proyectada. Este elemento consiste en un núcleo de entrada ligado al agua (lavadero, tendedero). La línea de separación de este elemento con el exterior está formada por una celosía porosa de cerámica. Esta celosía está orientada al viento predominante en la zona, el “embat”, que proviene del suroeste. Todas las viviendas favorecen la ventilación cruzada utilizando el viento predominante, o utilizando una chimenea solar vinculada a cada una cuando este no sople.

El viento es tamizado con la celosía “botijo” que puede ser humedecida por el usuario para refrescar la corriente y el interior de la vivienda en los días más calurosos. Además de esto, al humedecer la celosía, se produce una reacción endotérmica paralela a la producida en el botijo con el interior de la vivienda.

Este concepto se escala a nivel del edificio y se sitúa un tamiz cerámico con una lámina de agua en el límite con el patio de manzana. Así, junto con la masa vegetal, se incluye un primer filtro que sumado apropia vivienda maximiza el efecto refrescante de la ventilación cruzada en el edificio. Las pasarelas a sur protegen del sol en verano y permiten el calor radiante de este en invierno.